martes, 22 de diciembre de 2009

Recurrir a la Mediación

Cuando hay conflictos de convivencia entre vecinos o consorcistas por problemas edilicios o uso indebido de espacios o de otro tipo una alternativa válida es recurrir a la Mediación.

También puede pedirse una Mediación por conflictos barriales, laborales, escolares, familiares o empresariales.

El propósito de la Mediación es compartir en lugar de competir, integrar en lugar de parcializar, buscar el bien común en lugar del propio y unirse en lugar de aislarse.

La Mediación se distingue de las otras formas de resolver los conflictos porque las partes voluntariamente la solicitan y se comprometen a mantener la confidencialidad de los temas tratados.

La Mediación es de fácil acceso, ofrece mayor flexibilidad, es más rápida, es imparcial y trabaja en función de la equidad y la honestidad.

Durante la Mediación las partes revalorizan su propia capacidad para decidir, comprometerse y cumplir con lo acordado, propiciando de esta manera la construcción de la paz social.

A través de la mediación ambas partes ganan fruto del acuerdo que resulta de un diálogo que vincula y compromete a diferencia de un juicio donde hay vencedores y vencidos.

La Mediación es una secuencia voluntaria las partes llegan por mutuo acuerdo y voluntad propia una vez comenzada la Mediación cada parte está en libertad de aceptar o rechazar el acuerdo y puede retirarse en el momento en que lo considere necesario si el diálogo le disgusta.

Solicite una consulta gratuita a los Mediadores del Centro de Mediación.

La diputada Paula María Bertol habló a favor de la Mediación Multidisciplinaria

Sesión de la Cámara de Diputados de la Nación Argentina del 11 de noviembre de 2009. Palabra de la Sra. Diputada Paula María Bertol.


Sra. Bertol.- Señor presidente: quiero transmitirles que siento que hoy perdimos una enorme oportunidad. Y también quiero decirles, como decía Alfredo Palacios, que soy amiga de mis amigos, pero más amiga soy de la verdad. Digo esto porque durante nueve años me desempeñé como mediadora prejudicial. Soy abogada, defiendo con pasión el instituto de la mediación, y por eso vengo a este recinto a decirles que no estoy de acuerdo con este proyecto porque hay una promesa incumplida.

La promesa incumplida es que íbamos a tratar un proyecto integral de mediación, íbamos a hablar de la mediación judicial, extrajudicial, prejudicial, es decir, íbamos a incluir todo eso.

Los maestros que he tenido en la mediación me enseñaron el paradigma de la abundancia. Decimos que cabemos todos; no abonamos el paradigma de la escasez, donde después de catorce años llegamos a una ley según la cual resulta que sólo los abogados pueden ser medidores.

A principios de los años 90 se empezó a elaborar el proyecto piloto de mediación prejudicial, y puedo asegurarles que de la mano de las doctoras Elena Highton de Nolasco y Gladys Álvarez se difundía la interdisciplina.

En el proyecto en consideración volvemos a repetir lo mismo que en la ley anterior. Las partes van acompañadas a la mediación por un abogado. Tienen el derecho de defensa necesario que ahora tanto alientan quiénes sólo aceptan que los mediadores sean abogados.

Me pregunto si para ser diputados, ya que confeccionamos leyes, la condición que nos imponen a todos es la de ser abogados, si creemos que quienes no lo son no son idóneos para sancionar leyes. La pregunta es ¿por qué en el proyecto de mayoría no se menciona a los asistentes profesionales con el nombre que corresponde, que es el de comediadores? ¿Por qué los abogados no actuaron para denominar correctamente a la comediación con la misma fuerza que pusieron para que saliera este proyecto, que es exclusivo para un grupo muy reducido? Aclaro que me corresponden las generales de la ley, porque durante años me he dedicado a esto y lo sigo haciendo, aunque ya no con la misma intensidad de antes, porque ahora me dedico todo el tiempo a la política. De todos modos, puedo asegurarles que éste es un tema que conozco.

Para ser mediadora tuve que sacarme el traje de abogada y estudiar teoría del conflicto, de la comunicación y de la estrategia, porque en la Facultad de Derecho los futuros abogados tienen que rendir sólo dos puntos obligatorios sobre resolución alternativa de disputas.

Entonces, ¿somos los abogados los únicos capacitados para ser mediadores? La respuesta la tengo muy en claro, como también la tienen los mejores mediadores de América Latina, que son argentinos. Ellos intentaron hacer escuchar sus voces en este Parlamento, pero no pudieron.

Por otra parte, quisiera comentarles algunas de las cosas que menciona el Foro Mundial de Mediación ‑documento que solicito insertar- con respecto al dictamen de mayoría, con las que estoy totalmente de acuerdo. Entre otras señala que este proyecto de ley es corporativo. Al respecto, aclaro que no me molestaría ser tildada de persona no grata por mi propio colegio; ocupo esta banca porque la gente me votó y no porque me hayan votado en el colegio profesional que integro. Entonces, lo que debo hacer es decir la verdad.

Justamente, esta es mi humilde verdad y es mi parecer. Además, los nueve años de ejercicio profesional como mediadora prejudicial me permiten decir que cuando me llegaban temas de altísima conflictividad no necesitaba entender derecho ni lo que las partes venían a defender; lo que necesitaba saber es cómo conducir un proceso comunicacional. La mediación es comunicación. La mediación no corresponde a los abogados, porque ser mediador es mucho más que eso.

Por eso pretendo alzar la materia de la mediación, que se la honre de otra forma y que no se la reduzca diciendo que sólo los abogados pueden ser los mediadores intervinientes.

En el mundo la institución de la mediación es voluntaria. Como autora de los dos proyectos de ley de prórroga de la obligatoriedad de la mediación, tengo el derecho de opinar sobre este tema. En este sentido, creo que la política pública se debe instalar mediante un sistema de difusión y de información porque –como decimos los mediadores‑ este es un proceso que abona la cultura de la paz, y nuestro país justamente necesita de una política profundamente pacificadora. Esto es la mediación. Por supuesto que el Poder Judicial reclama que la mediación sea la trinchera en la que se solucionen muchos de los problemas de la gente. Pero lo cierto es que después de catorce años no hemos escuchado todas las voces.

Tengo una profunda estima y un profundo respeto por el presidente de la comisión, pero también tengo la obligación de dar mi parecer en relación con este tema. En este sentido, una de las características fundamentales del mediador es la neutralidad; los abogados somos formados para tomar parte.

En ocasiones la mitad de la biblioteca se ubica de un lado y la otra mitad, del otro. Pero en este caso es correcto lo que expresó el señor diputado Cigogna, cuando dijo que además de ser abogados se requiere que tengamos formación en esta materia. ¿Saben cuántas horas nos exigen en el ministerio para ser mediadores y estar formados en todo lo que tiene que ver con teoría del conflicto, de la negociación y de la comunicación, es decir, todo lo que aprendimos de maestros como Ury, Watzlawick, Carl Rogers y Sara Cobb?... Cien horas de formación para resolver en la pacificación de los conflictos.

Tenemos excelentes mediadores abogados. Muchos están aquí presentes y vaya mi reconocimiento hacia ellos pero quiero decirles que por muchas de esas razones no voy a aprobar el dictamen de la mayoría.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Finalizó el Taller de Negociación

Con 24 participantes finalizó el viernes 4/12/2009 el Taller de Negociación

Taller de Negociación
(8 horas en dos jornadas)


Introducción

La negociación incluye cooperación y competencia, intereses comunes y en conflicto. Estos elementos están normalmente presentes y pueden ser puestos en claro en la mesa de negociación.

Los estudiosos de la Negociación tienden a estar dentro de dos grupos guiados por concepciones enfrentadas: “Creadores de Valor” y “Reclamadores de Valor”. Estas dos imágenes de la negociación, son al menos incompletas y probadamente inadecuadas, tanto en el análisis de escenarios, como en la conducción del proceso.

Un buen negociador debe pensar estratégicamente y saber administrar eficientemente en el terreno táctico, los comportamientos orientados a la creación de valor (cooperativos), como aquellos dirigidos a reclamar el valor creado (competitivos).

En este sentido, es importante resaltar que un negociador que utilice unilateralmente un único estilo de negociación va a verse envuelto en problemas, debido a que es extraordinariamente difícil que todas las negociaciones en que participe sean exactamente de la misma índole.

A las muchas habilidades requeridas de un buen negociador, agregamos la de poseer flexibilidad y capacidad de transformación comportamental ante situaciones diversas. Debe poder evaluar dinámicamente: la situación, el contexto, las percepciones y los estilos de negociación de las partes, administrando la tensión permanente que surja a partir de la interacción.

Objetivo General
• Generar una actitud proactiva en el tratamiento y resolución de conflictos ampliando los paradigmas personales hacia los comportamientos integrales (área actitudinal)


• Desarrollar destrezas que permitan incorporar comportamientos necesarios y deseables. Adquirir y potenciar talentos y habilidades básicas de negociación, para desarrollarse en ese contexto (área aptitudinal).


• Neutralizar los comportamientos inductivos de la otra parte.


• Incorporar el pensamiento estratégico al abordaje, conducción y resolución de conflictos.


Objetivos Específicos

• Los participantes podrán conocer las técnicas y actitudes que contribuyen a la construcción de métodos para crear relaciones, que con el aporte de las diferentes partes pueden culminar en un acuerdo razonable, fruto de un pensamiento estratégico en cuyo escenario la ganancia se obtenga sin perjudicar a la otra u otras partes.


• El buen resultado de una negociación surge de las más variadas opciones que las partes fueron capaces de crear y poner sobre la mesa con el fin de encontrar aquella solución que reconcilie los intereses de las partes intervinientes de manera exitosa.

• Incorporar una visión sistémica de la Negociación

Metodología

La incorporación de estos principios en el arte de la negociación se llevará a cabo mediante la implementación del Método del Caso, que facilita la participación constante e interactiva de todos los asistentes a través de la ejecución de casos de negociación. Análisis de los resultados y conclusiones.


Currículum Resumido

• Daniel Pinto


- Doctor en Administración de Empresas (UCA)
- Licenciado en Administración Pública (UCA)
- Egresado de los siguientes Programas: Posgrado en Negociación (UCA), Posgrado en Conducción Recursos Humanos (UCA), Curso En Comercio Exterior (Fundación Bank Boston)
- Participó de los Programas de Entrenamiento e Intercambio en Resolución de Conflictos con el Instituto de Empresas de España y la Asociación Partners (ONU)
- Director del programa de Posgrado en Negociación (UCA)
- Director del programa de Posgrado en Negociación de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (Tucumán) y en la Universidad FASTA (Mar del Plata)
- Profesor de Negociación del MBA (UCA)
- Profesor de Negociación de los siguientes Programas de Posgrado: Finanzas, Desarrollo Gerencial, PyME y Dirección de Empresas (UCA)
- Profesor de Negociación de la Escuela de Maestrías para el Desarrollo (Bolivia) y de la Escuela de Formación Directiva (Ecuador)
- Profesor a cargo de: Administración General (Carrera de Contador Público – UCA) y Recursos Humanos (Carrera de Administración de Empresas – UCA)
- Conferencista
- Capacitador de Empresas
- Consultor
- Empresario

viernes, 20 de noviembre de 2009